lunes, 30 de mayo de 2011

Lo perfecto está lleno de imperfecciones.

Porque sí. Esa es mi respuesta de siempre. Soy de las que entran sin llamar, de las que se tragan el orgullo por mucho que duela, que las que se ríen después de haberse caído, de las que dejan las cosas para última; hacer para mañana lo que dejé para hoy, de las que saben reír después de llorar, de las hacen los deberes dos minutos antes de que llegue el profesor porque se nos olvidó, de las no pueden controlar la risa, de las que tienen amigas de verdad, de las que se enamoran cada mañana en el autobús, de las que sienten la música en lo más hondo, de las que aman las puestas de sol, de las que les encanta sentarse en el césped a comer pizza, pisa, piza, picsa o cómo queráis decirlo, de las que no se arrepienten de sus errores y aprenden de ellos, de las cometen todas estas locuras para poder tocar el cielo con los dedos y sentir como se acelere el corazón en el pecho.

sábado, 2 de abril de 2011

Arráncame la locura para poder verte.

Analizaría las cosas que me han pasado durante el día, cogería las malas y las guardaría donde no las pudiera encontrar. Hablaría de ti, todo el tiempo hablaría de ti, incluso cuando ninguna imagen de mi persona recorriera tu cabeza. Te querría, aunque tú no supieras quién es esa chica de las All Star rojas que se sienta detrás tuya en el autobús. Me enamoraría todas los días de el chico que me sonríe y me dice "hola" todos los Martes cuando vuelvo a casa. Escribiría libros y libros sobre lo que la gente piensa de mi, de porqué me pinto las uñas, de porqué me pinto los ojos, de porqué me visto tan raro... Libros y libros. Dormiría hasta olvidarte, creo que esta parte es imposible dado que nunca me acuerdo de lo que sueño, pero sé que siempre sueño contigo. Gritaría tu nombre quinientas setenta y nueve veces más una. Espera, ¿qué es eso? He gritado tu nombre y algo me ha respondido. Mira: ¡Lucas! ¡Lucas! ¿Lo oyes? ¿No lo oyes? Otra vez viene el señor de la bata blanca, hoy me dice que no puedo analizar las cosas del día, que no puedo hablar de ti porque no estás aquí, no me puedo enamorar, ese chico no me puede saludar y no puedo escribir libros y libros. No sé cuanto tiempo llevo aquí, en esta sala blanca, he perdido la cuenta de los días, y sólo sé que no me dejan salir. Estoy loca, pero las mejores personas lo están.

viernes, 1 de abril de 2011

Cuando el mar se vuelve dulce y las lágrimas saladas.

Desaparecer era lo único que quería cuando sentí por primera vez esa sensación de soledad, de imperfección, de estar apartada de los demás. Él siempre intentaba alentarme diciéndome que no pasaba nada, que yo no era igual que las demás, yo no era una Barbie, era una chica de verdad, siempre con esa gorra morada tan graciosa con la que no se le veían los ojos. Le quería muchísimo, por encima de todo, era como un hermano mayor, como un ángel de la guarda. Le quería sobretodo cuando me decía "venga, ya, ya está, no pasa nada, canija, todo ha pasado, cuando sonríes eres una chica de la portada de ELLE", y yo le sonreía y me caía una lágrima que sabía salada. Acto seguido, sin que yo dijese nada, me abrazaba y me ponía su gorra. "Tú eres una chica fuerte, tonta, no llores por no haber conseguido que un momento fuese perfecto, contigo, todos son geniales."

sábado, 5 de febrero de 2011

I don't smoke, but you can give me a cigarette.

Me consumes. Te consumes. Se consume. Nos consumimos. Os consumimos. Les consumimos. Como un puto cigarrillo.
Me has hecho cometer todas las locuras que dije que nunca cometería; he saboreado el humo de un cigarrillo, he pasado frío durante dos horas escondida tras una columna sin que me vieras, he cateado... Todo.
Pero esque me da igual, porque lo volvería a hacer una y otra vez hasta cansarme; besarte aunque te sepa la boca a una mezcla de tabaco y Martini. Esque eres el tipo de chico del cual mis padres intentan alejarme, pero me da igual, te quiero y no importa nada más.
Aunque me consuma como un puto cigarrillo.