sábado, 30 de octubre de 2010

Quiéreme, tanto como yo te quiero a ti.

Le habían roto el corazón muchas veces, ya no creía en el amor. Pero un día de Diciembre, le conoció. Volvió a creer en todo; en el amor, en la magia, hasta que podía volar. Ya no tenía esa sensación de que era un engaño, estaba totalmente segura de sus sentimientos hacia él, le quería más que a nada.
Cada tarde, salían juntos a pasear, cogidos de la mano:
-¿Por qué me quieres?
+Porque me haces feliz.
-¿Cómo sabes que no te romperé el corazón?
+Porque... darling, you are the only exception.

Siempre será igual.

Algunas cosas nunca cambian;
-El color de sus ojos, su colonia, su risa, sus andares...
-Mis sentimientos hacia él, las mariposas en el estómago, las lágrimas...

lunes, 25 de octubre de 2010

Amargo silencio.

Se miró al espejo por última vez y suspiró; tenía la cara llena de moratones y una costilla rota.
Él había llegado borracho otra vez y le había pegado más fuerte que nunca.
Le había mentido otra vez, le dijo que nunca la volvería a pegar, que nunca volvería a pasar, que nunca...
Todo promesas, promesas sin cumplir. Pero a ella no le importaba... because she loves the way he lies.

sábado, 9 de octubre de 2010

Schizophrenia.

Estaba sofocada, sudando y apenas podía respirar, era una sensación de ahogo que no podía soportar más.
Lo comparó con el silencio de todos estos años. Guardando sus sentimientos bajo llave, ocultando lo que era en realidad. Pero entonces decidió soltarlo todo:

-¿Puedes venir un momento? Tengo que contarte algo.
+Cuéntame, dime lo que quieras.
-Te... creo que... te quiero.
Ella esperaba la respuesta con el corazón en la mano, sólo había dos posibilidades; sí o no.
+Yo, bueno, yo no sé que decir, sinceramente.
-Sólo di lo que sientes, si es no, nada cambiará, creéme.
Entonces notó como algo le golpeaba en el costado, se había caído de la cama.
Era demasiado improbable que ella pudiera expresarse de esa manera, simplemente imposible.

viernes, 8 de octubre de 2010

Picture to burn.

Quédate ahí, no te muevas, ¡QUIETO! Corre, abrázame, así, ¡venga! 3, 2, 1, ¡YAAA!
El flash ya había saltado, una foto perfecta, los dos juntos.
Era uno de los pocos recuerdos que teníamos juntos, por no decir el único. Ahora esa foto estaba ardiendo entre las llamas, con un montón de cartas y demás.
Ella estaba llorando frente a la hoguera, sentía el calor de las llamas entre sus manos como si él se las estuviera cogiendo. Todo era perfecto entonces, antes, en el pasado. Ya nada volvería a ser igual.